¿Una nana electrónica para criar a los niños?
Este sábado 1 de agosto, a las 4:00 p.m., la narradora oral mexicana Lidia Zaragoza será la encargada de la apertura de la franja infantil y familiar de “El Caribe Cuenta” 2020, edición virtual. Zaragoza, quien además es cantante, docente y tallerista, presentará “La nana electrónica”, una adaptación del cuento original de Jaime Alfonso Sandoval, escritor mexicano y guionista de televisión, especializado en literatura infantil y juvenil. La narradora es egresada de la carrera de Literatura Dramática y Teatro de la UNAM, forma parte del grupo de narradores de la Editorial Fondo de Cultura Económica, del colectivo “Tejedores de Historias” de la UNAM y del programa “Alas y Raíces” de la Secretaría de Cultura.
La abuela de los cuentos versión online
Después de la mexicana, el turno es para Teresita Vásquez de Medellín, conocida como “la abuela de los cuentos”; ella tiene 83 años, es escritora y cuentera. En la edición digital de “El Caribe cuenta” presentará su repertorio de cuentos breves especialmente dirigidos al público infantil. Teresita ha participado en diferentes eventos de narración oral como: Festival La casa en el Aire (Chile, 2005), Festival Internacional Viajando Mundos (Bogotá, 2006) y Festival de Oralidad de Barquisimeto (Venezuela, 2013), entre otros. A raíz de la pandemia ha empezado, como muchísimas personas de la tercera edad, a manejarse en el mundo de la virtualidad y por ello aceptó con gusto hacer parte de este festival barranquillero.
Desde Costa Rica, cuentos para reír y reflexionar
El periodista, historiador y narrador oral escénico costarricense Rodolfo González se estrena en la fiesta de las palabras en modo virtual. Desde la ciudad de Alajuela, en Costa Rica, González deleitará al público infantil y familiar con una serie de divertidos cuentos: “La historia de Soli, el perro que quería armar una banda de rock”, “La piñata y el abuelo” y “La Llorona”, divertida versión de este cuento de tradición oral pero ahora con un enfoque ecológico. González además de cuentos para niños y niñas, cuenta relatos de tradición y explora en la memoria histórica de su país a través de relatos sacados de documentos antiguos o de textos historiográficos. También inventa sus propios cuentos. Desde Centroamérica ha viajado a distintas partes del mundo, como Colombia, México, España (Islas Canarias y Madrid) y El Salvador, a desgranar los relatos que ha cultivado poco a poco en la placentera huerta de su mundo interior.